Maestros, amas de casa, obreros y comerciantes gastan dinero de su propio bolsillo y con el apoyo de la sociedad, mediante boteo, compran cemento, grava y arena para hacer el trabajo que debería hacer el Ayuntamiento de Xalapa.
Y es que no es la primera vez que el alcalde les queda mal, ya son varias veces que el señor sólo promete y no cumple. Por esa razón, los vecinos bien organizados, le dan una lección de civilidad a la sociedad xalapeña.
Si las autoridades no cumplen, tengan la seguridad que la sociedad civil bien organizada puede solucionar la problemática que se les presente en sus colonias. No por algo Pedro Hipólito Rodríguez Herrero es considerado el peor alcalde del país. Por lo pronto, estos vecinos siguen organizándose para tener una mejor calidad de vida. No se quedan con los brazos cruzados como otros. ¡Bien por estos ciudadanos ejemplares! Por cierto, tiendas como Oxxo y Fasti no invierten ningún peso, no cooperan y salen beneficiados.