¿Dónde quedó la moral de Morena? ¿Dónde quedó la ética de la Cuarta Transformación? ¿Dónde quedó la congruencia de López Obrador? Una vez tomado el poder los de Morena, como el Dr. Jekyll se han tomado su poción y se convierten en Mr. Hyde. En campaña, mientras eran oposición, todo aquello que oliera a ilegalidad era denunciado por un partido que buscaba empoderarse. Pero una vez que llegaron al poder, los líderes de Morena, los gobernadores de Morena y hasta el propio presidente de México han transformado su moral, ética y congruencia.
Uno de los más recientes ejemplos lo dio el iluminado Miguel Barbosa, quien se burló de la muerte de Martha Érika Ayala y de Rafael Moreno Valle diciendo que Dios los castigó porque supuestamente le robaron la elección en 2018. Y para mostrar más su soberbia e indecencia, dijo que no se iba a disculpar por el insulto.
Así está también Jaime Bonilla, gobernador electo de Baja California, quien después de los resultados de su encuesta amañada, sale a los medios a decir: «Ya el pueblo de Baja California opinó en contra de los intereses mezquinos de muchos, que obviamente tienen como meta seguir entorpeciendo el funcionamiento del próximo gobierno».
Para rematar sus dichos triunfalistas agregó: «Ya supérenlo, entiendan que ya perdieron». Lo grave de todo esto es que, si un gobernador de oposición hubiera incurrido a la ilegalidad de extender su periodo a más del doble, entonces López Obrador hubiera pegado el grito al cielo. Pero como es su compadre Bonilla, aquí no hay problema.
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