Es decir, ¿si la perra hubiera sido una labrador, una pastor alemán o una dóberman entonces sí se hubiera tomado la molestia de pasar de lado? ¿Sólo los perros de raza merecen ese trato? De inmediato los vecinos llevaron a “Cruela”, así se llama la perrita, al veterinario, quien le curó las heridas y aunque se encuentra delicada está en recuperación.
Desafortunadamente, la dueña de “Cruela” dice que es posible que la perrita no vuelva a caminar con sus patas traseras. ¿Y el conductor de Uber? ¿No vamos a dar con él? Lo bueno es que sí se alcanzaron a ver las placas del auto: SUE-8852 de Monterrey, Nuevo León.
#MiPeorOso atropellar a una pobre perrita indefensa y tener tus placas @Uber @Uber_MEX ojala ayuden a encontrarlo placas SUE-8852 en la Col. Nueva Era. Mty. @AylinAvilez1 @fatimardiaz @diputadospan @MarcelaGuerraNL @RcNL_ @CongresoNL @PanchoLocutor @JCNajeraOficial @Cicmty pic.twitter.com/7QywLIB4f5
— EdCoPi (@EdCoPii) October 11, 2019