¿Dónde está Brozo, el que le puso el cuatro a René Bejarano? ¿Dónde está Eduardo Ruiz Healy, el que llamaba mentiroso compulsivo a López Obrador? ¿Dónde está Rosario Robles, la que participó en el compló junto con su amante Carlos Ahumada? Estos y muchos otros que se dieron vuelo insultando a López Obrador o participando en maniobras en su contra están vetados, olvidados o presos. Uno de esos fue Eduardo Medina Mora, quien como funcionario de los gobiernos panistas tuvo duras confrontaciones con Andrés Manuel López Obrador. Es por ello que la llegada de AMLO a la presidencia significó para el ministro de la Suprema Corte de la Justicia una sentencia de “muerte” política.
Señala el periodista Carlos Loret de Mola que a Medina Mora le hicieron una oferta que no pudo rechazar: «Renuncia o cárcel para ti y tus hermanos». El amague tenía como sustento una investigación que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda venía llevando a cabo a ciertas transferencias millonarias que el ministro Medina Mora había realizado.
Ahora se dice que el ministro está acusado de lavado de dinero. ¿Qué sucederá ahora? Una vez que Medina Mora ha renunciado, ¿la persecución en su contra seguirá? ¿Le mostrarán indulgencia por su buena disposición al renunciar de inmediato? Lo primero es abuso de poder, lo segundo sería promover la impunidad.
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