Y Edel sabe que ni la antigüedad ni la honestidad ni la eficiencia ni el conocimiento de leyes cuentan cuando se trata de ser presidente del Tribunal Superior de Justicia, porque cuando fue electo él no tenía ninguno de esos atributos, simple y sencillamente era amigo y aliado de Miguel Ángel Yunes Linares y eso bastó para que se impusiera sobre otros magistrados que sí podían presumir de honestidad, eficiencia y conocimiento de las leyes.
Volvemos a lanzar el reto: ¡Que levante la mano aquel que haya sido librado de la cárcel, o se le haya hecho justicia gracias al conocimiento de las leyes de Edel Álvarez Peña! Edel no litigó, sólo se dedicó a la grilla y eso lo llevó al lugar en el que se encuentra. Hoy defiende a Cuitláhuac García como en su momento lo hizo con Yunes Linares. Pero así como traicionó a Yunes, así traicionará a Cuitláhuac. Porque el que traiciona una vez, traiciona siempre.