Desgraciadamente, no se ve ni se siente la presencia de la dichosa Guardia Nacional. Por tal motivo, no resulta un disparate ni descabellada la idea de que ya se busca sustituto para remplazar a Cuitláhuac García en el primer segundo en que este cumpla dos años de gobierno. El presidente ha llenado de elogios al ingeniero hecho gobernador, no obstante, el brillo de su mirada ya no es el mismo, la mirada del presidente ya va acompañada de pena y desilusión.
Y es que, siendo honestos, los mismos que antes defendían al ingeniero Cuitláhuac saben que éste no ha podido con el paquete que le encomendó la voluntad popular. Ni hablar, ya ni llorar es bueno, ahora sólo resta que los meses pasen rápido.