La fiscala carnala resultó un verdadero fraude. Por esa razón, el presidente de la República ya está pensando seriamente en buscar una solución al problema que significa la administración de Cuitláhuac García. Por otro lado, el pleito casado con Manuel Huerta, no es cualquier cosa para el gobernador, él sabe que todos sus pasos están bien vigilados. Y lo peor, el inquilino que tiene como secretario de Gobierno nada más no da una.
El señor se la pasa intimidando y amedrentando periodistas en lugar de contribuir a lograr la seguridad de los veracruzanos. Pero si usted piensa que eso es lo peor, sólo dese una vuelta en cualquier secretaría y encontrará el montón de quejas. Desgraciadamente para los veracruzanos, como lo dice la misma Iglesia católica, la cuarta transformación no ha llegado a Veracruz.