Incantalupo durante casi tres años llevó a su alumna a hoteles para tener relaciones sexuales con ella. «Él robó años de mi infancia y nunca recuperaré esos años», señaló la joven que ahora tiene ya 18 años. «Cuando comenzó a abusar sexualmente de mí, ya tenía el control sobre mí», relata la víctima, quien se animó a denunciar al entrenador cuando este empezó a mandar mensajes a su hermano pequeño.
Durante su juicio el hombre, entre lágrimas, se disculpó con la comunidad de patinadores y con su esposa por sus acciones, a lo que el juez de distrito del condado de Hennepin, Peter Cahill, le contestó que no se trataba de engañar a su esposa, sino de cometer un delito contra una menor.
