El único que podría desear que Jorge Winckler desapareciera del planeta es el secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos. El desaforado “Bola 8” no soportó sus derrotas, no pudo quitar al fiscal Winckler por la buena y optó por la mala. “Bola 8” sería feliz si desapareciera no sólo Jorge Winckler, sino todos los diputados de oposición y también la prensa crítica que monitorea y expone cómo la Cuarta Transformación en Veracruz es sólo un PRI disfrazado. Es por ello que merece la pena recuperar lo dicho por diputada Maryjose Gamboa en el sentido de un posible atentado en contra de Jorge Winckler, fiscal removido de manera ilegal, y de su familia.
Como lo señalamos en un artículo anterior, Éric Cisneros Burgos está desaforado; temprano se ha dado cuenta que Cuitláhuac García puede ser utilizado como un pelele. Cisneros Burgos, desde la sombra, operó con los mismos medios subterráneos una campaña de desprestigio en contra del gobernador; ahora esos mismos medios hablan maravillas del gobernador al que sus padres le pusieron el nombre mexica del excremento.
Si Cuitláhuac desea recuperar el control de su gobierno, debe fajarse los pantalones y sacar de su gobierno a Patrocinio Cisneros Burgos. Claro, de no hacerlo, se podría creer lo que en los pasillos de oficina y cafés se está diciendo, que Cisneros Burgos, muy temprano, compiló información muy comprometedora del gobernador.
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