Además de esto, la joven Itzayana era integrante de la organización Diana Sacayán, “Transformarse es vivir A.C.”. Ante ello, el organismo Investigación y Litigio de los Derechos Humanos A.C denunció el crimen y señaló que la violencia contra las mujeres es el abuso más generalizado de los derechos humanos. «Hace más de un año, inició una estrategia de defensa y reconocimiento de la identidad de género, sin embargo, en Chiapas le fue negado dicho derecho, y el gobierno de Chiapas y el registro civil siempre se negaron a reconocerle su derecho, enfrentándose a la violencia y discriminación institucional, social y pública en diferentes espacios», dijo el organismo.
De hecho, por un comunicado instó a las autoridades a no dejar el crimen contra la joven trans impune ya que esto solamente perpetuaría la violencia contra la comunidad LGBTTI. «Mientras persista la impunidad, las sociedades continuarán aceptando y tolerando actos de violencia contra las personas de la diversidad sexual porque el mensaje que se envía es de permisibilidad», concluyó.