Durante el sexenio de Javier Duarte el crimen organizado se movió a sus anchas. Estando la seguridad en manos de Arturo Bermúdez, cientos de jóvenes fueron levantados para ser arrojados después en las decenas de fosas donde hoy las madres de desaparecidos siguen buscando a sus hijos. Es triste saber que algunas de esas madres se hayan olvidado quien es Duarte, de quien es Bermúdez y ahora los honren prestando atención a sus dichos.
La voracidad de Duarte no tuvo comparación. El mismo Juan Manuel Portal, entonces auditor de la nación, dijo que ese sujeto merecía cárcel. Duarte ha sido el mayor saqueador de bienes de un estado. Citando al mismo López Obrador, podríamos decir que Duarte «miente como respira». Llenó su gobierno de mentiras y sigue mintiendo y algunos creen sus mentiras. ¿Ya se les olvidó quien es Javier Duarte? Entonces están condenados a que se repita.