Sus efímeras propuestas no fueron escuchadas y mucho menos tomadas en cuenta, los diversos casos de corrupción en diversas secciones del SNTE, como en Coahuila, Estado de México, Valle de Toluca, y Zacatecas sólo demuestra que el interés de estos seccionales siempre ha sido su propio bienestar, los derechos laborales de los maestros siempre los han puesto en segundo lugar.
Ahora, con las nuevas revelaciones sobre los desvíos de recursos del extinto partido Nueva Alianza que hicieron Juan Díaz de la Torre, Alfonso Cepeda y desde luego Luis Castro Obregón, sólo dan luz de las sucias intenciones de estos personajes, que aprovecharon la ausencia de la maestra Elba Esther Gordillo para hacer de las suyas. Sin embargo, los nuevos vientos de la Cuarta Transformación exigen una verdadera democratización del SNTE y eso lo debe tener muy presente Alfonso Cepeda. No hay de otra, él ya no representa a nadie.