En el transcurso de un día se supo que fue la trabajadora de María la que preparó todo, la que dejó entrar a los criminales para que cometieran esas atrocidades en contra de su patrona. Todo parece indicar que ella también ayudó. María Marta Bazán era una abogada argentina, que vivía en la calle Castillo de Nottingham, en el fraccionamiento Condado de Sayavedra, municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
Sus amigos y vecinos la recuerdan con cariño y una vez que supieron del crimen, exigieron justicia para ella y para sus dos hijos que quedan en la orfandad. La empleada doméstica ya ha sido detenida; se tiene fotografía de uno de los perpetradores que se encuentra prófugo, lo mismo que el otro cómplice.