Al principio Jennifer Erin, trató de abordar en un vuelo rumbo a Detroit, pero no pudo proporcionar documentos para el menor, y finalmente cambió su destino a la ciudad de Columbus, en Ohio. Desde la Oficina Nacional de Investigación de Filipinas detallaron que trabajaron en coordinación con la aerolínea estadounidense, que ayudó a los agentes a detener a la pasajera en la puerta de embarque.
Un representante de la entidad comento a NBC News que Jennifer Erin escondió al pequeño durante la facturación, pero después de los controles migratorios pasó por el control de seguridad con los rayos X y ahí mostró al menor. Ahora el bebé se encuentra bajo cuidados de los servicios sociales filipinos y la estadounidense afronta cargos por trata de personas, delito que en Filipinas puede ser castigado con cadena perpetua. Cuando ella se enteró de esto, su puso a llorar en la audiencia, pero su llanto no la salvara.