Cuando un medio critica, o denuncia inmediatamente es tachado de prianista, o chayotero, no toleran que se hable mal de sus incólumes líderes. Sin embargo, los medios tenemos la obligación de informar, no importa que muchas veces la información cause resquemor y malestar en determinados grupos, identificados con los aludidos.
Es cierto que varios medios se prestan para hacerle la ronda al gobernante en turno, y venden su opinión o editorial por un plato de lentejas. No obstante, la crítica y la denuncia bien fundamentada, como el caso de la abuela del gobernador de Veracruz, que este medio se dio a la tarea de investigar.
Cierto que con esta denuncias, se gana uno la desaprobación de aquellos que como rémoras, rodean al gobernante para cachar las migajas que les obsequian. Sin embargo, el compromiso es informar los hechos como son, aunque algunos no les guste.