Todo ello tendrá consecuencias jurídicas y eso el mismo presidente lo sabe, por ello es difícil pensar que López Obrador haya estado atrás de esa aberración jurídica. El hecho de que ahora se diga que la salida de Winckler no es permanente, no alivia en nada la aberración cometida. El fiscal Jorge Winckler ya anunció que ha iniciado una estrategia legal para defender la autonomía de la Fiscalía General del Estado.
Es tan espuria la Fiscalía actual, que hasta los colores de Morena le han puesto a este órgano autónomo. Y qué decir de la miniatura de fiscal, la reina de carnaval Verónica Hernández Giadáns, quien para esconder su complejo de inferioridad se puso máscara de prepotente; para esconder su poca preparación, llegó a decir que la que ordena ahí es ella. Pobrecita, entre más grande se siente, más diminuta se ve.