Érika Ayala, quien tiene pendientes muchas corruptelas en el Cobaev; a quien le descubrimos que le otorgó plaza de profesor de tiempo completo a su hijo sin tener siquiera título, sin ser siquiera mayor de edad; a quien le descubrimos que guarda en un disco duro una nómina alterna donde controla a todos sus aviadores; a quien le descubrimos las famosas tarjetas de débito que usan para retirar cada mes millones de pesos de empleados fantasma, ella vendió su firma para remover a Jorge Winckler a cambio de impunidad.
La diputada, líder del sindicato del Cobaev, fue la que dio el voto que asestó el golpe de la ilegalidad en la Diputación Permanente. En adelante usted verá que la señora, como el ave de Diaz Mirón, cruzará el pantano de la corrupción sin manchar sus alas.
Esa es la impunidad que se genera en Veracruz, ese es el verdadero rostro de Morena, que pregonó una renovación moral, que llegó diciendo que se iban a acabar la corrupción y la impunidad y ahora, a cambio de una firma, toda la corrupción de años de Érika Ayala va a ser perdonada. ¡Qué Viva la Cuarta Transformación!
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