Un ejemplo muy concreto son los ahijados de Zenyazen Escobar; ahí está el subdirector de Desarrollo Educativo, Moisés Pérez Domínguez, quien por cierto tiene a su esposa como regidora en Tantoyuca; el funcionario buscará la presidencia municipal de ese municipio para él o para su familia. La misma subsecretaria de Educación Básica, Maritza Ramírez Aguilar, buscará San Andrés Tuxtla y no sería nada extraño que el propio Zenyazen Escobar busque la alcaldía de Río Blanco.
Desde luego que tienen derecho de hacerlo, sin embargo, no se pueden usar los recursos de la dependencia para andar promoviendo su imagen, ahí la ley electoral es muy precisa. Además, hasta el momento los resultados que ha dado la Secretaría de Educación no son los mejores. Por el momento se respira un ambiente tenso entre la titular de la Oficialía Mayor y el “flamante secretario de Educación”, así que lo que deberían hacer estos señores con sueños tropicales, es ponerse a trabajar y dar resultados, que para eso les pagan.