Morena, un partido cercano a las necesidades de la gente, un partido que se preocupa por el bienestar de las clases populares. Así fue como se vendió a los electores y muchos votaron por sus candidatos, especialmente por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. Así llegó en Veracruz un exmaestro de CBTIS y excatedrático de la UV a la gubernatura. Se esperaba que este gobierno fuera consciente de la condición económica de las clases populares y de la lastimada clase media, además de que estuviera libre de corrupción y de las malas mañas de los gobiernos anteriores.
Pues resulta que ha sido todo lo contrario. Desde que llegó la nueva administración, los nuevos funcionarios ocuparon puestos directivos en las diferentes dependencias, inmediatamente éstas fueron copadas vorazmente por sus familiares, incluyendo al propio gobernador, quien metió a su primo Eleazar Guerrero en Finanzas. Luego vino el asunto de las patrullas a precio de oro y la pésima actuación de la titular de la Contralora del Estado, tapando las pillerías del gobernador y de su familiar.
Pero eso no es todo, a este gobierno se le olvida que la gente no tiene dinero y ahora salen amenazar que a partir del primero de septiembre se implementarán operativos de tránsito para sancionar a los conductores que no cumpla con la verificación. Es cierto que esta es necesaria, sin embargo, amedrentar que se multará con mil 267 pesos no habla bien de los apostolados de la Cuarta Transformación.
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