Sobre la masacre del bar Caballo Blanco, el gobernador le dijo al presidente dos mentiras. Que el perpetrador del crimen había sido un sujeto llamado Ricardo “N” alias La Loca y que la Fiscalía de Veracruz lo había atrapado y dejado en libertad. El presidente mordió el anzuelo, y en su conferencia de prensa dijo esa mentira que le habían transmitido.
¿Hasta cuándo permitirá el presidente López Obrador que su pupilo discapacitado le siga mintiendo? ¿En qué momento se va a dar cuenta que estos sujetos sólo le están viendo la cara de tonto? Lo que llama la atención es que Cuitláhuac García sigue dando vuelo a sus mentiras, y a cada medio de comunicación donde se presenta, vuelve a repetirlas, como si esas mentiras no hubieran ya hecho mucho daño. ¿Cuál va a ser la gota que derrame el vaso?