Por tal razón, el objetivo a corto plazo es tener planeaciones de calidad, infraestructura de primera y una formación académica de calidad. Con estos elementos y una actitud positiva seguramente elevaremos nuestra calidad de enseñanza.
Después de todo ello, se puede decir que entonces la meta de alcanzar la excelencia académica, pudiera ser una meta más relista y alcanzable. No obstante, si el docente no se prepara, improvisa y le presta poca importancia a su actualización docente, la excelencia académica seguirá siendo un sueño febril, tropical e inalcanzable.
