Sólo recordemos que, hasta hace poco en Minatitlán, malandros se metieron a disparar en una fiesta infantil donde lamentablemente acabaron con 17 víctimas. Los hechos violentos del día de ayer, sólo nos dejan ver la tremenda impunidad en la que se conducen estos grupos delincuenciales. Por otro lado, no se alcanza a percibir un plan de trabajo de parte de la Secretaría de Seguridad que lidera Hugo Gutiérrez Maldonado.
Además, el pleito ranchero del gobernador con el fiscal del estado no abona a un clima de armonía y confianza, sino todo lo contrario; se generan condiciones de desconfianza y de falta de coordinación entre a fiscalía y el Gobierno del Estado. Ojalá y que con este hecho se prendan las alertas en el centro del país y conminen al tozudo e inexperto gobernador a hacer cambios donde no haya resultados positivos. Es lo menos que se merecen los veracruzanos.