En declaración, la joven estudiante dijo: «Muchas veces no podía jugar o cuando estábamos en el descanso, como no hay bancas en algunas escuelas, era más difícil sentarse en el suelo». Ahora con el pantalón de la escuela puede realizar actividades con más libertad.
Por su parte, Alejandra, la mamá de Lían dijo: «El día que compramos el uniforme, le pregunté si quería llevar la falda o el pantalón. Desde que ella vio que tenía esa libertad de elección, quiso ejercerlo y nosotros la apoyamos». Así como Lían, se espera que más jovencitas decidan usar el tan polémico “uniforme neutro”. A propósito, aún no se ven jóvenes usar falda