Los hechos ocurrieron de la siguiente manera. El padre de Danielle, quien es la esposa de Stuart, se dirigió a la casa del matrimonio para recoger unas gafas de su hija, pero notó que Nero necesitaba la atención médica y lo llevó al veterinario. «Dijeron que se había roto algo en la columna, pero estaba bien justo antes», relató la madre de Stuart. En ese momento Stuart, el propietario de Nero, murió después de estar muchos años luchando en contra del cáncer.
Stuart Hutchinson había sido trasladado del hospital a su departamento para que, llegado el momento fatídico, estuviera en casa con los suyos. Para la sorpresa de quienes acompañaban a Stuart, se enteraron que 15 minutos después de su muerte, también falleció Nero, su leal can. Fiona Conagham, la mamá de Hutchison, contó a los medios locales que su hijo murió alrededor de las 13:15 horas y Nero poco después de las 13:30 horas; se les extraña a los dos.