Se reporta que la joven se fracturó 110 huesos del cuerpo, por lo que estuvo 11 horas en cirugía donde le reconstruyeron rodillas y tobillos. Tendrá que estar sedada dos semanas enteras y su diagnóstico es que al menos en tres años no podrá caminar. La verdad es que la joven está viva de milagro.
El caso tuvo tanta repercusión en Monterrey, Nuevo León, que hasta 100 donadores de sangre se apuntaron para ayudar a que la joven saliera de su operación. Algunos grupos de amigos ya piden una oración para que se recupere pronto esta chica que tendrá que dejar el deporte extremo por un buen tiempo.
