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PAN, gánsters contra gánsters

Edgar Hernández* /

Mancha vs Chapo… ¡Ser o no ser!

Estás si, las mafias del poder y el dinero, van por el arrebato del PAN en Veracruz.

Y ni a cual irle.

Del lado de quien se quiere reelegir, Pepe Mancha, el llamado empresario de la transa, se mueven en los entresijos del poder partidario, Miguel Angel Yunes Linares y sus hijos Miguel y Fernando, apostando millones para comprar conciencias.

Del lado del opositor, el viejo panista Joaquín Guzmán Aviles –al más puro estilo Loera- juega amafiado con la familia Guzmán de Pánuco, con Ricardo García a la cabeza de un clan reconocido por sus vínculos con el crimen organizado.

Así, mientras Mancha presume tener en la bolsa 11 mil simpatizantes que le entregarán el Comité Directivo Estatal del PAN, el añoso “Chapito, apalancado desde Tanoyuca, va por 8 mil votos que le garantizarán, según él, la plaza.

Y bien se dice que la tercera es la vencida después de dos rounds de trampas.

Son dos mafias de poder con un propósito, ganar la gubernatura.

Queda claro que del lado de los Yunes la meta es empujar a Miguelito –por segunda vez- para que empiece a gobernar a partir del 2024.

Del lado del “Chapito”, pintado de corazón Moreno, la meta es llevar a la primera magistratura al eterno aspirante Julen Rementería, quien tiene a su hijo de diputado, él es actual Senador de la República, y toda su parentela ha usufructuado el poder desde la era Fidel Herrera, es decir desde hace más de tres lustros.

Vendrán por el momento dos que tres semanas de ruido azul, de mentadas de madre de ambas partes para llegar a final de cuentas a un pacto.

Si gana Mancha, gana Yunes quien enfrentará dos retos: las intermedias y la del 2024 por la gubernatura.

En paralelo gana doblemente Pepe Mancha, ya que para el olvido quedarán todas las transas que ha hecho en el PAN, todos los negocios al amparo del poder de Yunes y todas las rapacerías cometidas en compañía de su esposa Monserrat Ortega y su señora madre, Cristina Sergia, quien también resultó muy viva para los negocios al amparo del periodismo, de donde la magia de las comunicaciones hizo que ganara en un año 70 millones de pesos.

Es en Tuxpan, donde está el enclave de la familia.

Pero, regresando al otro lado del mostrador. Si gana el “Chapito” -con una militancia de tres décadas- tendrá la encomienda señalada líneas arriba, no sin antes responder al expediente de raterías que le tiene listas su ex amigo y exjefe, Miguel Angel Yunes, quien le dio a manos llenas en el pasado bienio gubernamental guardándole además todo el legajo de fechorías y sospechosa fortuna al amparo criminal en el norte del estado.

Imposible dejar que el “Cacique de Tantoyoca” se vaya cabezón y no rinda cuentas ya que se estima su fortuna familiar rebasa los mil millones de pesos compartidos con sus hermanos Jesús, Rosario, Amado y en alguna otra época Omar Guzmán Aviles, quienes han pasado por la administración pública municipal, estatal y la representación legislativa por dos décadas heredándose los cargos.

Así pues, este no es el juego que todos jugamos, es el juego de la mafia azul que hoy se cubre de incienso y…

¡Ni a cual irle!

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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