Melania, tan distinguida siempre, se encontró a un lado de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá y muy cortes le ofreció un opúsculo al mandatario canadiense, tal como lo marca la etiqueta y el protocolo.
Pero las imágenes son engañosas, pues mientras Melania para la trompita para dar ese beso, Donald Trump tiene la mirada hacia el suelo, como de resignación, mientras Emmanuel Macron y su esposa disfrutan el momento, lo mismo que la Angela Maerker, canciller de Alemania.
La verdad es que sólo fue un gesto de cortesía, aunque la imagen apunte a otra cosa. Pero en las redes sociales, donde le tienen muy mala leche a Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos se lo tiene bien ganado, están haciendo burla de Trump a quien ya le dicen «el venao, el venao».