Que acaso Zenyazen Escobar no pensó que metiéndose con cuatro padres de familia y colocarlos tras las rejas, el conflicto no escalaría otras dimensiones. Que acaso ninguno de sus bien pagados asesores le dijo las consecuencias que implicaba el uso de la fuerza pública. De antemano ya se sabe que Sergio Hernández Corté, encargado de la Delegación de la SEV en Tantoyuca, sólo sirve como tapadera del subsecretario de Desarrollo Educativo de la SEV, Moisés Pérez Domínguez, con referencia a sus acusaciones de nepotismo.
Por cierto, si usted se pregunta dónde estaba Álvaro Medina, representante del gobierno de Cuitláhuac García en Tantoyuca, el día jueves cuando estalló el problema. Pues resulta que el señor funcionario se encontraba refrescándose las nalgas en el río La Bomba, en Tantoyuca. Así es como se las gastan estos funcionarios de la Cuarta Transformación.