Tras ser sometido a una cirugía, el niño se encuentra estable, aunque tuvieron que extraerle parte de su intestino delgado y apéndice. «Si no hubiera sido tratado a tiempo, estas cuentas magnéticas podrían haber roto su intestino, causando una necrosis y un shock, poniendo su vida en peligro», mencionó el doctor Bo. Vale señalar que este tipo de bolas magnéticas se venden como juguetes en varios almacenes, las hay de diferentes tamaños, pero por supuesto no es un juguete que se le pueda regalar a un niño.
Un informe presentado por la Academia Estadounidense de Pediatras advierte sobre los efectos que puede causar la ingesta de imanes, tales como perforaciones intestinales y otras lesiones graves en el sistema digestivo. Además, recomienda a los padres que mantengan estos productos alejados de los niños.