Cuando el padre llegó vio cómo el motociclista, un joven de 21 años, ya tenía amagado a su hijo con un arma, por lo que no dudó en dispararle con su arma Glock. Tres disparos certeros dieron con el ladrón en el suelo, muerto en las calles de Polanco; a un lado del ladrón el arma con la que pensaba quitarle los 10 mil pesos al hijo del exmilitar.
Hace unos días reportamos cómo un repartidor mató de dos disparos al sujeto que lo quiso asaltar. Hace unas semanas unos policías abatieron a un joven que asaltó a un repartidor de gas; los padres fueron a llorarlo tirado en el suelo.