Se acuerdo usted cuando los medios ventilaron la fotografía de Xóchitl Arbesú Lago bailando la bruja en su viaje por la Madre Patria, pues para que ya no la estuvieran molestando los medios, se aventó la puntada que había firmado sendos convenios con cruceros de la española Pullmantur Cruises, por cierto una compañía que ha sido demandad por sus pésimos servicios. Ese día, el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez dijo que, dentro de las políticas para generar empleo, para hacer actividades productivas en el estado, que impliquen desarrollo económico en general y finalmente se traduzca en mayor bienestar para la gente, es trazar dos ejes, uno tiene que ver con el campo y el otro de crecimiento económico tiene que ver con el turismo.
«Sobre estos dos ejes es que vamos a implementar todas las acciones de crecimiento económico, por eso le he pedido a la secretaria de turismo que sea la portadora de estas buenas noticias para los veracruzanos», señaló el propio gobernador. Y fue en ese momento, cuando la experimentada bailadora de tablao jarocho, Arbesú Lago, anunciaba que vendrían cruceros, para que Veracruz volviera a ser un puerto anfitrión para cruceros de hasta dos mil pasajeros para iniciar.
Pues ahora resulta que esos cruceros vendrán hasta el 2021, lo cierto es que la señora no ha cumplido con lo prometió y, por ende, se pasa a traer al gobernador. Así que en Veracruz sigue proliferando el turismo de horchata y jícama con chile, gracias a las fallidas y tropicales promesas de Xóchitl Arbesú Lago.
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