Unos son llamados chairos, sus contras son identificados como prianistas, entre estos dos grupos han saturado las redes sociales de insultos y rencores desde la untada de Vitacilina para los prianistas, hasta la ignorancia y analfabetismo de los chairos. Sin embargo, muy pocos han reparado en el grupo que se encuentra entre estos dos grupos antagónicos.
Un grupo de ciudadanos, que también votó por el cambio y que su impulso fue el genuino espíritu democrático, un grupo que buscó un cambio de régimen, mediante un voto mesurado y pensado. Un grupo que se identifica por la política inclusiva de AMLO, pero que no raya en la divinización del sumo sacerdote de la santísima Cuarta Transformación.
La violencia generada por un grupo de mujeres y de sujetos encapuchados, es una muestra de esa polarización; esos actos contra los reporteros y medios de comunicación no se pueden, ni deben, justificar por mucha razón que tengan las mujeres en su protesta; esos hechos son vergonzosos y se deben sancionar. Los mexicanos le apostamos a la a paz y no a la violencia que genera la polarización.