La educación al servicio del pueblo, ese fue el objetivo principal del SNTE desde su fundación, es cierto que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no ha estado exento de errores, sin embargo, muy a pesar del corporativismo sirvió como un dique que resguardaba los derechos laborales de los trabajadores de la educación. Sin embargo, después del 2013, el SNTE perdió fuerza sin la tutela de la maestra Elba Esther Gordillo Morales.
Su sometimiento al Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto fue vergonzoso y humillante. Y es que se recordará que en ese momento Juan Díaz de la Torre era candidato a diputado federal por el partido Nueva Alianza y apoyaba con todo a José Antonio Meade, un candidato que apoyaba la mal llamada Reforma Educativa que tanto lesionó a los maestros.
El magisterio mexicano, al encontrarse en la orfandad sindical se identificó con el candidato de Morena, quien había prometido cancelar ese amasijo de leyes neoliberales, etiquetadas como Reforma Educativa. Hoy el magisterio mexicano se encuentra en el umbral de las nuevas Leyes Secundarias que impulsa la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado, el SNTE de Alfonso Cepeda perdió la confianza y la venia de los maestros, por esa razón, busca afanosamente congraciarse con el nuevo presidente. Sin embargo, su débil permanencia frente al SNTE tendrá que enfrentar las fuertes rachas democratizadoras que impulsan miles de maestros regados a lo largo del país. No hay de otra, tarde o temprano Alfonso Cepeda tendrá que enfrentar a la maestra Elba Esther Gordillo Morales.
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