Ciro Gómez Leyva fue uno de los defensores de Carlos Ahumada cuando éste cayó en la cárcel. Ahumada fue su patrón y de alguna manera se entiende que se forjara una amistad que lo “obligaba” a la defensa. Pero también defendió a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el rey de la basura, habiendo clara evidencia de su red de prostitución; es más se fue contra la periodista que lo evidenciaba, Carmen Aristegui. Ciro se hizo el vocero oficial de Javier Duarte, aquel a quien le envía las cartas escritas desde el penal; como buen apologista, Gómez Leyva hace una defensa velada de uno de los delincuentes más codiciosos de este país.
Ahora, Ciro Gómez Leyva tiene nueva cliente, Rosario Robles. Dice Gómez Leyva que lo de la examante de Carlos Ahumada puede ser una persecución política, porque a ella la encierran por delitos que no se le han comprobado. Habría que decirle al señor Gómez Leyva que ahí están los testimonios de Juan Manuel Portal quien ha insistido en las muchas veces que comunicó a Robles sobre las anomalías y las empresas fantasma en las dependencias donde fue titular. Se reunió con ella y se lo puso por escrito.
En algo está cierto Gómez Leyva, no le han comprobado del todo los delitos a Rosario Robles, pero hay indicios de que puede ser culpable. Y las leyes en México requieren de indicios de culpabilidad para vincular a una persona a proceso; en adelante la investigación se intensifica hasta que se comprueba la inocencia o culpabilidad.
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