Durante cuatro días estuvo sin agua y sin comida hasta que un amigo de él, que también recolectaba guano de murciélago, lo encontró y llamó a los rescatistas. El rescate duró 10 horas y se involucraron en ello 200 personas. Sum Bora comenta: «Había perdido la esperanza de seguir con vida y si hubiera tenido un cuchillo conmigo me habría suicidado».
Después de arduas labores, y de reducir cuidosamente las rocas, el joven camboyano fue liberado con lesiones en la cabeza, las rodillas y el pecho de las cuales se recuperará. Esta es una muestra más de que un grupo de personas unido en un bien común puede conseguir lo que parece imposible.