Hace unos días se informó que una mujer que conducía un automóvil Sonic rojo, y que iba en estado de ebriedad, atropelló a una mujer de 84 años que perdió la vida y a un repartidor de Uber Eats que quedó mal herido. La mujer estuvo a punto de librar la cárcel, pues estaba dispuesta a pagar una fianza y los daños causados. Las personas se preguntaban, ¿cuánto pagaría por la vida de una mujer de 84 años?
Sin embargo, vaya usted a saber si debido a presiones de los medios de comunicación o de las redes sociales, finalmente un juez le dictó prisión preventiva oficiosa en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla. Lo malo es que sólo será por tres meses en lo que se dicta sentencia, lo que le podría permitir quedar libre en tres meses a menos que le imputen más cargos y la vuelvan a vincular a proceso o le dicten sentencia por homicidio doloso.
El caso es que no se puede permitir que la justicia se contamine de esta manera. Si una persona maneja en estado de ebriedad y mata a una persona, no debe caber duda que ella merece como sanción la cárcel, además de que debe resarcir el daño de manera económica.
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