Nunca un gremio fue tan perseguido en la historia del México contemporáneo como el magisterio. Seguramente los maestros nunca olvidarán la afrenta que el gobierno de Enrique Peña Nieto impulsó mediante un amasijo de leyes neoliberales, etiquetadas como una Reforma Educativa. Nombres como Emilio Chuayffet y Aurelio Nuño Mayer serán recordados como los capataces y peores enemigos del magisterio mexicano.
Mucho tuvieron que ver estos dos personajes con la injusta detención contra la líder de los maestros, quien se preparaba para la lucha contra la Reforma Educativa del representante del grupo Atlacomulco. Resultaba muy sospechosa la postura de la clase empresarial, quien se replegó en apoyo del Gobierno Federal. Sabían que esta reforma impulsada desde afuera por la OCDE, les podría generar jugosos dividendos económicos.
Sin embargo, esta clase política hoy se encuentran en el olvido y la ignominia; sus pretensiones quedaron sepultadas el primero de julio del 2018, cuando miles de mexicanos, incluido el numeroso bloque magisterial, seguramente junto con sus familiares, votaron en contra de su candidato y de su proyecto neoliberal.
Finalmente, la mal llamada Reforma Educativa ya no existe y, tanto Emilio Chuayffet como Aurelio Nuño Mayer, sólo son malas referencias políticas. En contraste, la poderosa líder de los maestros se encuentra en libertad y sólo será cuestión de meses para que vuelva a dirigir al sindicato más grande de América Latina.
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