La asesina echó los cuerpos de sus víctimas en una bolsa negra y puso la bolsa afuera de su casa. Meses después del asesinato, esta mujer decidió vender toda la ropa de sus hijas en grupo de venta y compra de Facebook; en la publicación se mostraba dos bolsas negras de basura con la ropa de las menores.
La madre incluso era la que entregaba personalmente la ropa de sus hijas. Vale mencionar que, cada prenda tenía un costo de entre veinte y quince libras. Luego de ser descubierta una juez le dictaminó cadena perpetua.