Se están poniendo de moda las aplicaciones para solicitar comida a domicilio. En México una de las compañías líder en la entrega de alimentos preparados es Uber Eats. En provincia no se ha hecho muy extensivo, pero ya se ven en las calles a los motociclistas con su mochila verde por algunas calles de las grandes ciudades. En la plataforma donde se puede bajar la aplicación lo que más se leen son quejas: «Pésimo servicio, el repartidor dejó el pedido en otra dirección»; «la primera vez que la descargo y nunca más la vuelvo a utilizar»; «dos veces me quedaron mal con la entrega».
Quizá por ello no son tantos los que han bajado la aplicación, aunque esté calificada con 4.2 puntos de 5. Si a todo eso sumamos el informe de US Foods que se acaba de dar a conocer, menos va usted a querer pedir comida a domicilio. El informe reveló que el «28% de repartidores admitieron haber tomado alimentos de un pedido, mientras que el 54% admitió que alguna vez se ha sentido tentado por el olor que produce la comida».
Ocho de cada 10 consumidores señalaron que estarían muy molestos si descubrieran que eso pasó. El 21 por ciento de los que han recibido comida a domicilio dicen que han sospechado que su comida ha sido invadida. Como se puede dar cuenta, salir a cenar con la pareja o con la familia sigue siendo la mejor opción hasta el momento.
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