Armando Ortiz / Tres periodistas coinciden en un tema importante, las declaraciones irreflexivas e irresponsables del gobernador Cuitláhuac García. El gobernador dijo, sin aportar pruebas como es su costumbre, que tanto Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes pactaron con los cárteles del narcotráfico en Veracruz, y por qué lo dijo, para presumir que él no iba a pactar con ellos. Tanto Édgar Hernández como Carlos Jesús Rodríguez y Mussio Cárdenas, coinciden en que la bocaza del gobernador lo está metiendo en problemas pues al parecer se formará un frente común de abogados que demandará al gobernador Cuitláhuac García por lo dicho sin aportar pruebas. Carlos Jesús, director de Gobernantes dice bien cuando afirma «y todo por no conectar el cerebro antes de soltar la lengua». Mussio Cárdenas comenta: «Morena, vía Cuitláhuac, gobierna a punta de destellos psiquiátricos, la compulsión obsesiva que lo hace ver a Yunes de mañana, tarde, noche y hasta en sueños». De hecho, si Cuitláhuac García tuviera pruebas de sus dichos, lo que debería hacer es acudir ante la Fiscalía General de la República para denunciar y que los tres que supuestamente pactaron con los narcotraficantes sean metidos a la cárcel. Pero si no tiene pruebas, e hizo esas acusaciones de manera irresponsable, entonces, como dice el propio Édgar Hernández, el gobernador Cuitláhuac García está empedrando su camino al infierno.
Javier Duarte; santo patrono de los presidiarios, mártir de los acusados injustamente; ahora resulta que sufrió más que El Chapo
En un documento de 31 páginas escritas a mano, casi una noveleta, el presidiario Javier Duarte confiesa que es inocente, más inocente que Pepe el Toro. El documento se lo entregó al periodista José Ortiz Medina y el periodista nos lo entrega para que lo leamos; la verdad que hueva, 31 páginas de cuentos, de mentiras, de ficciones. 31 páginas de un Duarte que sigue pregonando su honestidad, su inocencia: “Quiero subrayar nuevamente y de manera muy enfática que soy inocente, que soy un preso político (…) Yo me sacrifiqué gustosamente entregándome a las autoridades mexicanas para poner a salvo lo que más amo en mi vida que es mi familia”; ¿a que no era el dinero mal habido lo que más amaba? Lo único interesante de su relato tipo novela corta es enterarse de las macaneadas que le pegaban; por supuesto que debe ser mentira, pero sólo imaginarlo despierta nuestro indecente regocijo. Que a Duarte le dieran el trato que su amigo Bermúdez Zurita dio a tantos jóvenes en Veracruz, aunque sea ficción nos despierta el morbo. Duarte relata a la manera de Paco Ignacio Taibo II, que se fraguó un complot para asesinarlo y que gracias a los mismos delincuentes que lo acompañaban en la prisión de Guatemala, el complot se desbarató. Y así los cuentos de Duarte, quien jura que sufrió más que El Chapo, y que por ello debe considerarse un mártir que se sacrificó por los veracruzanos y por su familia. Canonicemos a Duarte, santo patrono de los presidiarios.
«No te preocupes Rosario»; va FGR por Rosario Robles, pero AMLO ya dijo, ella es un chivo expiatorio
Trascendió que Rosario Robles, funcionaria de dos dependencias en el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue citada por la Fiscalía General de la República pues una instancia de justicia busca vincularla a proceso por ejercicio indebido del servicio público. El documento a la letra dice «Por medio del presente solicito de la manera más atenta se me señale fecha y hora para la celebración de audiencia inicial para formular la imputación y vinculación a proceso en contra de la C. MARÍA DEL ROSARIO ROBLES BERLANGA por el delito de EJERCICIO INDEBIDO DEL SERVICIO PÚBLICO». Cabe recordar que cuando Andrés Manuel López Obrador era presidente electo, y entonces se le exigía que metiera a la cárcel a los implicados en la corrupción y el mal manejo de los recursos públicos, estaba en los medios el tema de la “estafa maestra” de Rosario Robles en Sedesol y en Sedatu. Ante los cuestionamientos de si se procedería en contra de Robles, López Obrador dijo que la entonces funcionaria sólo era un chivo expiatorio. Las palabras de AMLO fueron: «Nosotros no vamos a perseguir a nadie, no vamos a hacer lo que se hacía anteriormente, de que habían actos espectaculares, de que se agarraba a uno, dos, tres, cuatro, cinco como chivos expiatorios, y luego le seguían con la misma corrupción».