Hartos de que el alcalde de Huixtán, Chiapas, Javier Sebastián Jiménez Santiz, y el síndico Luis Ton no cumplieran sus promesas en obras públicas, los pobladores de Huixtán los retuvieron y después los vistieron de mujer como castigo. El pueblo les puso ropa femenina y los pasearon por las calles de la comunidad Spuilhó, como una forma de humillarlos y para reclamarles que tras un año de estar en el gobierno no cumplieron sus promesas.
Esta es la tercera vez que el alcalde Javier Sebastián pasa por esta situación. La primera ocasión ocurrió en la comunidad de La Era, en abril del año pasado, y la segunda vez ocurrió en la comunidad San Lázaro en junio del año pasado. De igual manera fue retenido con características similares. Por otro lado, el síndico que lo acompañó en esta tercera ocasión se estrenó en estos paseos.
Cabe destacar que de acuerdo a las costumbres de las comunidades indígenas del estado de Chiapas de vestir de mujer a los funcionarios públicos es una manera de exhibirlos por el mal desempeño que han tenido en su gobierno que han llevado y por no cumplir sus promesas de campaña. En Xalapa, el alcalde Hipólito Rodríguez tendría que andar vestido de mujer todos los días de la semana.
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