Como oportunamente lo señalamos, todo lo que diga Esperanza Gutiérrez, la asesina de Plaza Artz, debe ser tomado con muchas reservas. Y es que después de decir en sus primeras declaraciones que el crimen fue pasional, que asesinó a un hombre que conoció en Facebook y que éste le fue infiel, ahora sale a decir que ella es una gatillera a sueldo por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que le pagaron cinco mil pesos por asesinar a dos israelíes, exconvictos y relacionados con el crimen organizado.
Aquí cabe señalar un elemento nuevo en esta intriga internacional, el Cártel Jalisco Nueva Generación que estaba interesado en asesinar a Ben Sutchi Bini Amin. Esperanza dice que compró un arma en siete mil pesos para asesinar a los hombres, pero también dice que por el trabajito le pagaron cinco mil pesos; es decir, salió perdiendo dos mil pesos, porque hasta eso, el arma la dejó tirada en el lugar del crimen.
Ahora ya le surgieron antecedentes penales a Esperanza Gutiérrez, cuando en un principio se había dicho que no había información. Pero como lo dijimos antes, todo lo que diga Esperanza será para desviar la atención de los autores intelectuales del crimen.
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