Nos queda claro que para combatir con efectividad la violencia se debe actuar en contra de quienes rompan el orden y transgredan la ley, sin importar de donde apellido, pertenencia política, laboral o incluso sin son elementos de guardar el orden. Lo anterior viene al caso pues ha trascendido que los sujetos que ejecutaron a un hombre enfrente de las oficinas de Tránsito del Estado la noche del viernes 20 de julio, fueron dos soldados y un policía.
Estos sujetos se movían en un auto Jetta color blanco y fueron detenidos después de que se implementara un operativo inmediato, a los pocos minutos de la ejecución.
La captura de estos elementos que, en lugar de resguardar el orden público en Veracruz, lo rompen, tiene un mérito mayor, pues significa que se está quitando de en medio a esos elementos nocivos que causan mucho daño en las corporaciones policíacas y en el mismo Ejército. Como coloquialmente se dice, están quitando los tomates podridos de los buenos.
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