Debe haber una explicación. Cambiar de régimen no garantiza que en el rubro de Seguridad las cosas cambarían. De hecho, los expertos señalan que al principio de un régimen las cosas se acomodan, los grupos delincuenciales buscan “negociar” mostrando su fuerza, o se origina una disputa por las plazas entre los grupos criminales. Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador llegó con la firme intención de acabar con la corrupción, incluso con la de los cuerpos de seguridad. El caso es que en el país la violencia no cesa. El primer semestre de 2019 muestra un aumento considerable.
Tan sólo de enero a junio de este año se han registrado más asesinatos y feminicidios que en el mismo periodo de los años anteriores; eso es un récord. El último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestra que, durante los meses de enero y junio de este año, las 32 entidades de país iniciaron 15 mil 51 carpetas de investigación por 17 mil 608 feminicidios y asesinatos.
Veracruz está entre los estados con más violentos, junto con Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Baja California y Chihuahua; en nuestro estado, en estos primeros seis meses se registraron 959 homicidios. Por supuesto, estos datos no registran el mes de julio, mes en el que en Veracruz empezó a operar la Guardia Nacional. Sería interesante ver los resultados de julio, para ver si la presencia de la GN baja los índices de violencia en el estado.
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