Poco a poco los diferentes cárteles de corrupción en el gobierno de Cuitláhuac García han ido asentando sus bases en cada una de las dependencias estatales. En Sefiplan existen hasta dos, el del subsecretario de Ingresos y el del subsecretario de Egresos, el primo-hermano del gobernador, Eleazar Guerrero. En la Secretaría de Salud también hay un cártel entre los administradores y los encargados de las adquisiciones.
En la Secretaría de Educación Zenyazen supo colocar a sus incondicionales para que le manejen hasta las cafeterías escolares. En Turismo el capo es Esteban Ramírez Gómez, el administrador que arma sus fiestones en los hoteles de Veracruz, todo a cargo del erario público.
Y así, ante la debilidad de un gobernador frívolo, más preocupado en cómo sale en las fotos junto a sus admiradores, otros cárteles irán surgiendo, en cada dependencia. Sólo se requiere de funcionarios sin ética, sin moral, mentirosos y deshonestos, muy semejantes al propio Cuitláhuac García Jiménez.
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