Asana Pomloy, una joven que caminaba por las calles de Tailandia, encontró a un perro al que presuntamente un trabajador de una construcción atacó arrojándole asfalto hirviendo. Señala la joven que cuando se dirigía rumbo a su casa escuchó los lamentos de un perro, ella se imaginó que estaba atorado en la maleza o que había quedado prensado bajo el ripio de alguna construcción.
Cuando el perro comenzó a aullar más duro la joven decidió ir a ver el lugar donde se encontraba el animalito, cuando estuvo cerca se percató que el perrito tenía graves heridas en la parte trasera de su cuerpo: El perrito tenía quemaduras fuertemente graves cerca de sus patas traseras. Su puestamente la joven, el perrito estaba recostado en medio de dos paredes esperando la muerte.
La expresión del animalito cuando lograron sacarlo de su escondite donde esperaba la muerte, era la expresión de un ser lleno de tristeza y dolor. Ellos no comprenden que en el mundo existen personas con esa mentalidad, indolentes seres humanos que tienen un retraso en su mente. Los informes dicen que en los ojos del can se veía la muerte y la desesperación. El perrito de inmediato fue trasladado a un veterinario para curar las fuertes heridas. Al otro día lo llevaron a la fundación Heart Hugs Dogs, donde continúa recuperándose y en espera de que una familia lo adopte. El perrito fue bautizado con el nombre Ma-toi que significa asfalto en tailandés. Afortunadamente el pequeño Ma-toi ya se está recuperando. Esperemos que una familia amorosa pueda adoptarlo.
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