Pero en Veracruz eso no se puede. Como en los tiempos de Javier Duarte de Ochoa, el Palacio de Gobierno se cerró al público a menos que usted se anote, explique por qué carambas quiere entrar y si los vigilantes se dan cuenta que nada más va de ocioso u ociosa, con gusto le negarán el paso. ¿Y quién dio la orden?
Pues el nuevo dueño del Palacio de Gobierno, el señor Éric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno. Es vergonzoso, es inadmisible, pero así es. Y todo porque los señores no conocen de política, no saben solucionar los problemas con sus gobernados, no tienen la capacidad de diálogo como para atender los problemas que aquejan a los veracruzanos.