En Madrid, personas que prestan sus servicios médicos en un hospital se olvidaron por completo de su lado humano, como si ellos jamás pudieran estar en una situación similar. En este caso los hermanos de una paciente con enfermedad neurodegenerativa, ingresada en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, han solicitado medidas cautelares por vía penal «para garantizar la vida de María Teresa», porque aseguran que los médicos «no van a reanimarla en caso de que entre en parada cardiorrespiratoria», algo que califican de “eutanasia”. Los médicos, sin embargo, consideran las pretensiones de la familia como “encarnizamiento terapéutico” y aseguran «que la aplicación de técnicas agresivas e invasivas no beneficiarían a esta paciente».
En efecto, si la enferma entra en parada, explican fuentes del hospital, «no deben aplicarse técnicas avanzadas de reanimación», algo de lo que se ha informado a la familia “en todo momento”. Ambas partes han acudido a los juzgados. El caso es que la familia se ha hartado de “esa insistencia” con la que, dicen, se les comunica que no reanimarán a Tere, como llaman a la paciente. «Nos han hablado de eso muchas veces, varios médicos: que si fuera una paciente normal la llevarían a la UCI, pero que las técnicas son muy agresivas, incluso una doctora nos dijo que ese tratamiento sería muy caro», se queja Máximo Blanco, el hermano de la enferma.
Abogados Cristianos, que lleva el caso de la enferma, ha solicitado una medida cautelar al juzgado de guardia de Alcalá de Henares advirtiendo de que “el jefe de planta” ha dicho que si la paciente empeora “no la van a reanimar”, algo que «va en contra de la decisión de la familia y de la propia María Teresa». Aseguran que «se ha dejado de informar a la familia» sobre el estado de la paciente «para poder así acabar con su vida».
Por eso solicitan que se mantenga con vida a la mujer «procediendo el hospital a reanimarla si fuera preciso». El hospital, por su parte, ha puesto en conocimiento del juzgado de guardia lo que está sucediendo y ha remitido un informe de la asistencia que ha recibido la paciente. Lo hacen, además, «ante la actitud intimidatoria de la familia con los profesionales médicos» del centro sanitario, explican. Además. niegan que se les haya dejado de informar en ningún momento sobre el estado de la paciente.
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