El conflicto del gobierno de Veracruz con los pobladores de Pajapan se puede solucionar de la manera más sencilla, que se presente el gobernador Cuitláhuac García, que dialogue con ellos, y que se comprometa a lo que puede cumplir. Eso es lo que quieren los pobladores de Pajapan, municipio del sur de Veracruz, enclavado en la sierra entre San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos. Pero Carlos Juárez Gil no entiende lo que es el diálogo, por ello pregunta a los manifestantes, quienes no piensan retirarse hasta hablar con el gobernador: «¿Qué quieren que hagamos? Que sea a la fuerza, a la patada, a la atiéndeme ahorita».
Juárez Gil no dialoga, se confronta. Los pobladores piden entrevistarse con el primer mandatario de Veracruz y Gil les dice «hoy no se puede», a lo que los pobladores responden «pues nos quedamos aquí, aquí hasta que nos atiendan». Entonces el subsecretario de Gobierno descompone su rostro y dice, como si el Palacio de Gobierno fuera de su propiedad: «Aquí no, aquí no». Los pobladores de Pajapan señalan que ellos participaron para conseguir un cambio y así llevar a Cuitláhuac García a la gubernatura.
Carlos Juárez Gil les muestra unos papeles como prueba de que ellos han cumplido con el pueblo, a lo que los pobladores de Pajapan le dicen que esos son papeles, que ellos quieren hechos. Mientras tanto el gobernador no da la cara, y lo más seguro es que cuando la dé responda de manera histérica; eso hasta que llegue todo Pajapan a la capital veracruzana a sentenciarle su suerte.
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