Parte de la carta de renuncia de Urzúa, sostiene que «discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda la política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos es esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones no encontraron eco».
En cuanto al problema del conflicto de interés, Urzúa resalta que «me resultó inaceptable a imposición de funcionarios que no tienen conocimientos de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes del actual gobierno con un patente de conflicto de interés».
Mala noticia para la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, sin lugar un golpe fuerte de cual tendrá que reponerse pronto para evitar que los intentos de llevar a cabo la cuarta transformación no se vean opacados por los viejos fantasmas de la política mexicana.